Granulomas en Piercings: Causas y Tratamiento Efectivo
Los granulomas son una de las complicaciones más comunes en piercings y perforaciones. Aunque no suelen ser peligrosos, pueden ser molestos y antiestéticos. En este artículo, te explicamos por qué aparecen los granulomas, cómo prevenirlos y cuál es la mejor manera de tratarlos.
¿Qué es un granuloma?
Un granuloma es una pequeña protuberancia rojiza o rosada que se forma alrededor de la perforación. Está compuesto por tejido inflamatorio y suele aparecer cuando el cuerpo reacciona de manera excesiva a la presencia del piercing, intentando "aislar" lo que percibe como una amenaza.
¿Por qué salen los granulomas en piercings?
Las causas más comunes incluyen:
Mala cicatrización: Si el piercing se mueve mucho o sufre fricción constante (por ropa, pelo o manipulación excesiva), puede irritarse y formar un granuloma.
Material inadecuado: Los piercings de baja calidad (como acero quirúrgico no implantable o metales con níquel) pueden causar reacciones alérgicas e inflamación.
Infección o bacterias: Una higiene deficiente durante el proceso de cicatrización puede provocar infecciones que derivan en granulomas.
Tensión en la perforación: Si el piercing está demasiado ajustado o mal colocado, puede generar presión y provocar una respuesta inflamatoria.
¿Cómo eliminar un granuloma?
1. Mejora la higiene y el cuidado del piercing
Limpia la zona 2 veces al día con solución salina estéril (suero fisiológico o agua marina para piercings).
Evita el alcohol, el agua oxigenada o el betadine, ya que son demasiado agresivos y retrasan la cicatrización.
No toques el piercing con las manos sucias.
2. Cambia el material del piercing
Usa titanio grado implantable o bioplástico, ya que son materiales hipoalergénicos y biocompatibles.
Evita el níquel y el acero de baja calidad.
3. Reduce la irritación
Evita dormir sobre el piercing.
No gires ni muevas el joyero innecesariamente.
Usa ropa holgada si el piercing está en una zona de fricción (como el ombligo).
4. Tratamientos específicos
Compresas calientes: Aplicar una compresa tibia (con agua esterilizada) ayuda a reducir la inflamación y favorece el drenaje.
Aceite de árbol de té (diluido): Tiene propiedades antibacterianas y antiinflamatorias. Aplica una gota mezclada con agua o aceite de coco 1-2 veces al día.
Pomadas antibióticas: Si hay infección, consulta con un profesional para que te recomiende una crema adecuada (como mupirocina).
5. Si no mejora, consulta a un profesional
En casos persistentes, un piercer experimentado o un dermatólogo pueden recomendar:
Crioterapia (congelación del granuloma).
Extirpación quirúrgica si es muy grande.
Cambio o retirada del piercing si el cuerpo lo rechaza.
¿Se pueden prevenir los granulomas?
✅ Elige un piercer profesional que use materiales de calidad.
✅ Sigue las instrucciones de aftercare al pie de la letra.
✅ Evita cambiarte el piercing antes de tiempo.
✅ Mantén una buena higiene durante la cicatrización.
Conclusión
Los granulomas son una respuesta común del cuerpo ante la irritación o infección de un piercing. Con buenos cuidados, material adecuado y paciencia, suelen desaparecer en unas semanas. Si persisten, siempre es mejor acudir a un especialista para evitar complicaciones.